Esta pequeña población es otra de las encantadoras aldeas de AlÃa. Con poco menos de cien personas y fuera de los caminos modernos presenta una estampa inigualable.
El rÃo Guadiana embalsado en la presa de Cijara llega hasta casi las puertas de las casas, haciendo una penÃnsula qque por momentos parece convertirse en isla. El resto son montes y sierras que de manera irregular forma un laberinto de tierras en el que es difÃcil moverse.
En la construcción de la presa, se inundaron pequeñas poblaciones como el Aguijón y otros muchos grupos de casas donde vivÃan de manera estable un gran número de personas. Casi toda  ellas acabaron en Cijara. Se levantó un pueblo enteramente nuevo como muchos de los que se hicieron al calor del Plan Badajoz.
Se repite el mismo modelo que en otros lugares de Extremadura: casas espaciosas , calles rectas y amplias, dotación de algunos servicios y comunicaciones mÃnimas donde antes prácticamene no habÃa modo de paso. Son lugares llenos de misterios; las crónicas hablan de una castillo de Cijara que aparece nombrado en los escritos árabes del siglo VIII al X.
Desde la reconquista cristiana nada sabemos del destino del castillo y mucho menos de su ubicación. Los historiadores han tratado de fijarlo en un punto del mapa sin que hasta la fecha lo hayan conseguido.
A la orografÃa compleja y variada se añade una vegetación frenética en la que alternan los bosques de repoblaciones  de pinos  y eucalipto con el viejo monte autóctono de encina, alcornoque y madroño principalmente.
Â
La fauna es muy variada: a los grandes mamÃferos presentes en toda la tierra de AlÃa, tenemos añadir las aves y peces presentes en el pantano:  u . Entre todos presentan una imagen idÃlica para los amantes de la naturaleza, especialmente son los cazadores y pescadores quienes encuentran aquà el medio propicio para practicar su deporte favorito.
Un paraÃso para los aficionados a la pesca que sacan buenos ejemplares de   Carpa común, CarpaRoyal, Barbo Común, Barbo Comizo, Boga, Blackbass, Lucio, Percasol, Alburno.
La cercanÃa de las aguas recrea paisajes que nos recuerdan  sugerentes escenas que a veces parecen llevarnos hasta la orilla del mar. Y es que el pantano de Cijara es uno de los mas grandes de España. Es inmenso, lleno de muchas islas que ponen notas de color en el azul celeste de sus aguas. Al estar encajonado entre irregulares montañas su aspecto es de una  barrera infranqueable, un foso entre montañas que se retuercen en complejos sistemas haciendo muy difÃcil saber donde esta el rÃo original.
Las actividades relacionadas con el pantanocobran un protagonismo mas que merecido.
A falta de un puerto deportivo,  los amantes de la navegación utilizan algunas rampas para llevar sus embarcaciones hasta el agua, luego disponen de uno de los pantanos mas bellos de Europa para disfrutar de todo tipo de actividades relacionadas con el el agua. Dada la complejidad de los montes,  inundados sus valles con paredes muy próximas y altas, tu recorrido es un fantástico viaje en el que vivirás escenas propias de lugares muy lejanos de todo tipo de civilización.
La pureza del entorno, solo modificado por los árboles introducidos, es uno de los recursos mas valorados. Como lo es también lo imprevisible y la sorpresa a  cada vuelta, en cada rincón. Lo mejor,  la hospitalidad y la inocencia de unas gentes poco acostumbradas a la segunda cara de las civilizacioens modernas.